Quizás la mejor definición de su excelente trayectoria coincide con el título de la exposición sobre su obra en el Instituto Valenciano de Arte Moderno, diseño, vanguardia y compromiso. Una muestra que inauguraba un ciclo de artes gráficas que continuaba con Mariscal y otros destacados representantes del diseño y sus vinculaciones artísticas. Antes que nada se impone el diseño en su reconocimiento más profesional, al mismo tiempo que se ajusta a las necesidades que el encargo siempre mantiene una estética personal que reconocemos en muchos casos en su atracción por las vanguardias artísticas, y que mantiene un trasfondo de autoría más propia del arte que de la comunicación corporativa. Por ello la admiración que obtiene, desde el ámbito de los profesionales del diseño y desde las artes plásticas, como me resaltaba una de sus más íntimas amigas y la más reconocida opinión en el panorama del diseño español, Raquel Pelta; o como subraya Consuelo Ciscar, directora del IVAM, desde el ámbito del arte (1). Sin embargo, consigue destacar más aún, en el día a día reflejado en el producto de su profesión su compromiso con todo aquello que le llegaba de cualquier tipo de causa, hasta el extremo de que se haya dicho que ha sido el diseñador de las causas perdidas (2). Con mayor celo incluso que cualquier encargo que le permitía vivir a él y a su familia, ha atendido siempre entusiasmado cualquier propuesta de organizar, o participar con una destacada aportación, en homenajes, denuncias o proyectos no comerciales relacionados con el diseño, el arte o la sociedad en general. Entre algunos carteles que se recogen con este texto y que muestran su presencia en innumerables causas nacionales e internacionales, debo agradecerle entre ellas su dedicación y esfuerzo a los congresos de Tipografía, que hemos tenido la suerte de que se iniciaran en Valencia, junto con Raquel Pelta y con el apoyo de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana; sin embargo, la mayor gratitud que le debo -sin haber tenido la oportunidad de transmitir personalmente- es hacia su aceptación de realizar la cubierta del próximo número de la revista I+Diseño, cuyo encargo y disposición hallada, para el primer número cuyo diseño ha sido buscado fuera del propio comité, no era casual porque quizás sea el profesional de máximo reconocimiento en que todos pensamos para una iniciativa altruista.

Su trayectoria se impulsa definitivamente en uno de los grupos míticos de la renovación y reconocimiento internacional que obtiene España a nivel internacional, como integrante de La Nave (1984-1991), que inicia en Valencia el renacimiento capaz de transmitir a una ciudad una identidad y un lugar destacado en el mundo del arte y el diseño internacional. Desde el propio símbolo de la nueva comunidad autónoma, que refleja una estética de contemporaneidad en una solución heráldica propia de su identidad institucional y de un concepto histórico del que parte su naturaleza política; una solución moderna que tan escasamente encontramos en nuestro país a la hora de actualizar los símbolos institucionales. Se recogen aquí algunas afirmaciones en su manera de entender el proyecto y su visión de la realidad creativa, expresadas en un interesante artículo sobre él, de Ana Hernández y Vicent Martínez (3): "Poder participar de las creaciones de Paco Bascuñán es poder compartir espacios vitales y juego, o mejor dicho, espacios excepcionalmente vividos gracias a la creación. Se trata de un encuentro emocionado con nuestro deseo. Sus objetos nos remiten a una intimidad generosamente compartida y amable. Nos devuelve el gusto por mirar. Nos abre los poros para comunicar pensamiento y sensibilidad, palabra e imagen (...) Una de sus metáforas preferidas -cuando habla de diseño- es la orquídea, una extraña flor delicada y fascinante por su complejidad y que es símbolo de su estudio y de su tarea creativa".

Queda la satisfacción a todos de que Paco Bascuñán ha tenido el reconocimiento y además el cariño de toda la profesión, incluso de instituciones del diseño, el arte y la cultura en general. Ciscar afirma que fue "una persona cercana a los creadores y a todos los que se acercaron a él para aprender de su maestría, su generosidad, sus conocimientos y su fina ironía (...) Si como diseñador ha recibido numerosos galardones por haber contribuido a la modernización del diseño, no hay palabras para resumir una vida dedicada a las formas, a la belleza y a la comunicación" (4). En los últimos años, aparte de los homenajes que ha recibido La Nave como colectivo, en 2006 el IVAM organizó la citada exposición antológica de su obra; en 2007 sus trabajos se mostraron en el recién inaugurado palacio de Altamira, como sede del IED en Madrid antecedida por el amplio e interesante artículo citado, en Experimenta, ese mismo año; y la más reciente muestra de su trayectoria, en diciembre de 2008, se inauguró en la Facultad de Bellas Artes de Valencia con el nombre Drawing-writing. Ha sido objeto de obras especializadas como Paco Bascuñán: diccionario en desorden (5), e invitado a la creación de la imagen de los principales museos creados en las últimas décadas, así como en los más importantes proyectos ciudadanos, en la Comunidad de Valencia. Dinamizador de eventos como los congresos nacionales de Tipografía y tantos otros actos y encuentros profesionales y artísticos, además de numerosos catálogos de arte y el comisariado de exposiciones como la que inauguraba recientemente en el MUVIM sobre diseñadores valencianos. Cuenta también con el indiscutible reconocimiento y aprecio de sus también numerosos alumnos, en sus múltiples actividades docentes: "fue un profesor directo, práctico, discreto y generoso" (6).

Inexplicablemente no había obtenido aún el Premio Nacional de Diseño y, sin embargo, obtuvo el honor de ser propuesto como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, un logro que sólo pocos años antes había conseguido en España Alberto Corazón, en la de San Fernando, no sólo por el reconocimiento de su trayectoria en diseño paralela a su actividad artística; sin duda por el reconocimiento oficial a su aportación al diseño como género artístico pleno, como defiende Bascuñán en su libro Repertorios del diseño 2 considerado como una de las Bellas Artes (7). Repasaba precisamente su discurso de entrada en la Real Academia de Bellas Artes cuando su corazón dejó de latir de manera apacible, como de costumbre era todo en él, y así debió renunciar a tanta consideración oficial, impropia de la sencillez que acompaña a la sublimación, para decidir con ese preparado discurso -aún no oficial- concluir su trabajo, que con su existencia siempre le agradeceremos infinitamente.

 

 

 

Sebastián García Garrido

 

 

 

 

---

 

1. CISCAR, C. Consuelo Ciscar destaca que Paco Bascuñán fue "un referente" en la relación entre arte y diseño, Europa Press, Valencia 2009: "... uno de los más importantes diseñadores españoles de las últimas décadas que dio prueba de su talento en el campo del diseño gráfico y de la creación artística' (...) fue siempre un referente en la relación entre el arte y el diseño" (...) Probablemente ha sido el diseñador gráfico que ha entendido mejor a los artistas, por difíciles que fueran. Él sabía crear el ambiente para que los catálogos fueran libros únicos. Porque era único".

<http://www.europapress.es/cultura/noticia-comunidad-valenciana-consuelo-ciscar-destaca-paco-bascunan-fue-referente-relacion-arte-diseno-20090929181345.html> 29.09.2009

2. "Se ha escrito que desparrama generosidad, que su memoria es sentimental, que es humanista y personaje del renacimiento, que está comprometido con su tiempo de forma dinámica, que su discurso es crítico y transmite valores, que es desinhuvido, alternativo y amigo de causas perdidas". HERNÁNDEZ, A. - MARTÍNEZ, V. "Paco Bascuñán" en Experimenta, Madrid feb. 2007, p. 139.

3. Ibidem, p. 144.

4. CISCAR, C. op. cit.

5. MOLINS DE LA FUENTE, P. - PÉREZ GARCÍA, C. Institución Alfonso el Magnánimo, Valencia 1999.

6.CISCAR, C. op. cit.

7. Index Book, Barcelona 2007.